Año 1959, Buenos Aires, barrio de Barracas. Comenzaba a brillar la magia de un pequeño artista que sería reconocido y recordado por todos.
Un 11 de agosto de 1959, Lilian Clark y Juan José Cerati tomaban en sus brazos a uno de los seres más importantes de su vida, Gustavo Adrián Cerati.
Siendo el primogénito, supo recibir y brindar el amor que su familia merecía.
Posiblemente, fue quien acompañó a sus progenitores en los momentos más duros y así también, los más felices de su existencia.
Si de momento duros se trata, la canción “Té para tres” es un gran reflejo de aquel momento en el cual, el músico y su familia sentían que la vida se les derrumbaba por completo.
Hay una frase de la canción “Deja vu” que se ha vuelto muy popular en el último tiempo “Sacar belleza de este caos es virtud”. Tal vez, fue lo que sintió Gustavo aquel día que componía “Te para tres” creyendo que, a pesar de todo el caos que había en su vida, podía hacer arte.
Lilian, madre de Gustavo, descendiente de irlandeses, tenía el hábito de tomar té. Como ella misma mencionó muchas veces, en su casa jamás faltaba aquella infusión.
Lo que la familia no sabía era que, aquella bebida marcaría un antes y un después en su vida, como un símbolo de la experiencia y de aquel momento duro que estaban por atravesar.
La familia tenía en sus manos el último resultado de análisis que confirmaría la enfermedad de su padre, cáncer terminal, el cual años después lo llevaría a la muerte.
“Te vi que llorabas por él”, escribía Cerati luego de ver el mundo de su madre desvanecerse.
El 3 de enero de 1992, la luz de Juan José se apagó. Ese mismo año, Gustavo, junto a Soda Stereo realizaron un concierto en Mar del Plata donde tocaron “Té para tres” De esta forma, el cantautor le rendía homenaje a su padre y lo sentía aun más presente.
Claro que esto conmovió al público que, hasta hoy, continúa escuchando esta canción y recordando e intentando sentir aquello que sintió Gustavo frente al duro momento familiar.
Años después, un 4 de septiembre de 2014, Cerati muere producto de un paro cardiorrespiratorio.
Hoy, Gustavo cumpliría 62 años, y aunque ya han pasado casi 7 años de aquel día donde la voz de uno de los artistas más recordados en la historia argentina se disipó, su alma y espíritu no se ausentan jamás. Como él mismo decía “No me voy, me quedo aquí” Y aquí sigue estando en cada una de sus canciones, letras, entrevistas y en cada recuerdo de aquel que, alguna vez, tuvo la posibilidad de verlo o simplemente escucharlo. De alguna forma, Cerati es eterno.
Me encanto la nota basado en la historia del «Té para tres», que sin duda, es una de las canciones mas emblemáticas del genio Cerati por esa conexión entre la realidad que vivían como familia y el show que debía de continuar para él a pesar del dolor interno que sentía. Como fan de Gustavo siempre es bueno ver o escuchar historias de su vida. Gracias a Brisa Bujakiewicz